Novela: Crimen y castigo

Autor: Fiódor M. Dostoievski

PRIMERA PARTE

CAP VII

Como la otra vez, la puerta se entreabrió y a través de la pequeña rendija dos ojos penetrantes y suspicaces lo miraron fijamente desde la oscuridad. En ese momento Raskólnikov perdió la cabeza y estuvo a punto de cometer un error fatal.

Temiendo que la vieja se asustaría al ver que estaba solo, y sin ninguna esperanza de que su aspecto la fuera a tranquilizar, agarró la puerta y tiró de ella para que la vieja no intentara en ningún caso volver a cerrarla. Al darse cuenta, ella no tiró a su vez de la puerta, pero tampoco soltó el picaporte, de modo que faltó poco para que Raskólnikov la arrastrara, junto con la puerta, hacia el rellano. Viendo que la vieja se había quedado parada en el umbral y le impedía el paso, se abalanzó sobre ella. La anciana dio un paso atrás, asustada, quiso decir algo, pero aparentemente fue incapaz y lo miró con los ojos muy abiertos.

—Buenas tardes, Aliona Ivánovna —empezó, con la mayor naturalidad de que era capaz, pero la voz, entrecortada y trémula, se negaba a obedecerlo—; he venido… le he traído una cosa… pero mejor vamos adentro… donde haya luz…

Y, prescindiendo de la vieja, sin esperar a que lo invitara a pasar, entró directamente en la habitación. La anciana corrió tras él; se le soltó la lengua…