VERDADERA HISTORIA DE LOS SUCESOS DE LA CONQUISTA DE LA NUEVA ESPAÑA, POR EL CAPITÁN BERNAL DÍAZ DEL CASTILLO, UNO DE SUS CONQUISTADORES.

CAPÍTULO CCXI. Como el año de 1550, estando la corte en Valladolid, se juntaron en el real consejo de Indias ciertos prelados y caballeros, que vinieron de la Nueva España y del Pirú por procuradores, y otros hidalgos que se hallaron presentes, para dar orden que se hiciese el repartimiento perpetuo; y lo que en la junta se hizo y platicó es lo que diré.

En el año de 1550 vino del Pirú el licenciado de la Gasca, y fue a la corte, que en aquella sazón estaba en Valladolid, y trujo en su compañía a un fraile dominico que se decía don fray Martín el Regente; y en aquel tiempo su majestad le mandó hacer merced al mismo regente del obispado de las Charcas; y entonces se juntaron en la corte don fray Bartolomé de las Casas, obispo de Chiapa, y don Vasco de Quiroga, obispo de Mechoacán, y otros caballeros que vinieron por procuradores de la Nueva España y del Pirú, y ciertos hidalgos que venían a pleitos ante su majestad, que todos se hallaron en aquella sazón en la corte, y juntamente con ellos, a mí me mandaron llamar, como a conquistador mas antiguo dela Nueva España; y como el de la Gasca y todos los demás peruleros habían traído cantidad de millares de pesos de oro, así para su majestad como para ellos, y lo que traían de su majestad se le envió desde Sevilla a Augusta de Alemania, donde en aquella sazón estaba su majestad, y en su real compañía nuestro felicísimo don Felipe, rey de las Españas, nuestro señor, su muy amado y querido hijo, que Dios guarde; y en aquel tiempo fueron ciertos caballeros con el oro y por procuradores del Pirú a suplicar a su majestad que fuese servido hacernos mercedes para que mandase hacer el repartimiento perpetuo; y según pareció, otras veces antes de aquella se lo habían suplicado por parte de la Nueva España, cuando fue un Gonzalo López y un Alonso de Villanueva con otros caballeros procuradores de Méjico; y su majestad mandó en aquel tiempo dar el obispado de Palencia al licenciado de la Gasca, que fue obispo y conde de Pernia, porque tuvo ventura que así como llegó a Castilla había vacado; y se decía en la corte que por estar de paz el Pirú y tornar a haber el oro y plata que le habían robado los Contreras.