VERDADERA HISTORIA DE LOS SUCESOS DE LA CONQUISTA DE LA NUEVA ESPAÑA, POR EL CAPITÁN BERNAL DÍAZ DEL CASTILLO, UNO DE SUS CONQUISTADORES.

CAPÍTULO CLXV. Cómo Cortés envió una armada para que pacificase y conquistase aquellas provincias de Higueras y Honduras, envió por capitán della a Cristóbal de Olí, y lo que pasó diré adelante.

Como Cortés tuvo nueva que había ricas tierras y buenas minas en lo de Higueras e Honduras, e aun le hicieron creer unos pilotos que habían estado en aquel paraje o bien cerca dél, que habían hallado unos indios pescando en la mar y que les tomaron las redes, e que las plomadas que en ellas traían para pescar que eran de oro revuelto con cobre; y le dijeron que creyeron que había por aquel paraje estrecho, y que pasaban por él de la banda del norte a la del sur; y también, según entendimos, su majestad le encargó y mandó a Cortés por cartas, que en todo lo que descubriese mirase e inquiriese con grande diligencia y solicitud de buscar el estrecho o puerto o paraje para la especería, agora sea por lo del oro o por buscar el estrecho; Cortés acordó de enviar por capitán de aquella jornada a un Cristóbal de Olí, que fue maestre de campo en lo de Méjico, lo uno porque le vía hecho de su mano, y era casado con una portuguesa que se decía doña Filipa de Araujo (ya le he nombrado otras veces), y tenía el Cristóbal de Olí buenos indios de repartimiento cerca de Méjico, creyendo que le sería fiel y haría lo que le encomendase; y porque para ir por tierra tan largo viaje era grande inconveniente y trabajo y gasto, acordó que fuese por la mar, porque no era tan grande estorbo e costa, y diole cinco navíos y un bergantín muy bien artillados, y con mucha pólvora y bien bastecidos, y diole trecientos y setenta soldados, y en ellos cien ballesteros y escopeteros y veinte y dos caballos, y entre estos soldados fueron cinco conquistadores de los nuestros, que pasaron con el mismo Cortés la primera vez, habiendo servido a su majestad muy bien en todas las conquistas, y tenían ya sus casas y reposo; y esto digo ansí, porque no aprovechaba cosa decir a Cortés: «Señor, dejáme descansar, que harto estoy de servir»; que les haría ir adonde mandada por fuerza; e llevó consigo a un Briones, natural de Salamanca, e había sido capitán de bergantines y soldado en Italia, y este Briones era muy bullicioso y enemigo de Cortés; y llevó otros muchos soldados que no estaban bien con Cortés porque no les dio buenos repartimientos de indios ni las partes del oro, y le querían muy mal.