Fausto – Johann Wolfgang Von Goethe
Cuarto de estudio
Fausto y Mefistófeles.
Fausto
¿Llaman? ¡Adentro! ¿Quién vendrá, a mi asilo,
de nuevo a perturbarme?
Mefistófeles
¡Yo soy!
Fausto
¡Adentro!
Mefistófeles
¡Por tres veces dilo!
Fausto
¡Adentro!
Mefistófeles
Eso al fin es agradarme.
¡Los dos nos hemos de entender, espero!
Aquí, para quitar tus sinsabores,
me tienes elegante caballero,
con traje muy bordado de colores,
con la capita de crujiente seda,
con la pluma de gallo en el sombrero
y a mi cinto, una daga bien cortante.
El consejo mejor que darte pueda
es que hagas tú lo mismo en el instante
a fin, que, de tus trabas desprendido,
lo que es la vida sientas.
Fausto
Con cualquiera vestido,
siempre han de acongojarme las violentas
penas de este vivir estrecho, inútil.
Muy viejo soy, muy viejo
para que me contente juego fútil;
muy joven, para estar ya sin deseos.
¿Qué puede darme el mundo?
Nunca satisfarás tus devaneos,
¡jamás!, es el cantar nauseabundo
que mientras existimos,
más fuerte cada vez, sin cesar oímos.
Al alba me despierto con espanto
y siempre debería
correr mi largo llanto
al ver un nuevo día
que en toda su carrera
no habrá, no, de cumplirme ni un deseo,
ni uno solo siquiera;
y al contrario, implacable
deshace mi más grato devaneo….