VERDADERA HISTORIA DE LOS SUCESOS DE LA CONQUISTA DE LA NUEVA ESPAÑA, POR EL CAPITÁN BERNAL DÍAZ DEL CASTILLO, UNO DE SUS CONQUISTADORES.

CAPÍTULO CL. Cómo Cortés mandó que fuesen tres guarniciones de soldados y de a caballo y ballesteros y escopeteros por tierra a poner cerco a la gran ciudad de Méjico, y los capitanes que nombró para cada guarnición, y los soldados y de a caballo y ballesteros y escopeteros que les repartió, y los sitios y ciudades donde habíamos de asentar nuestros reales.

Mandó que Pedro de Albarado fuese por capitán de ciento y cincuenta soldados de espada y rodela, y muchos llevaban lanzas, y les dio treinta de a caballo y diez y ocho escopeteros y ballesteros, y nombró que fuesen juntamente con él a Jorge de Albarado, su hermano, y a Gutierre de Badajoz y a Andrés de Monjaraz, y estos mandó que fuesen capitanes de cada cincuenta soldados, y que repartiesen entre todos tres los escopeteros y ballesteros, tanto a una capitanía como a otra; y que el Pedro de Albarado fuese capitán de los de a caballo y general de las tres capitanías, y le dio ocho mil tlascaltecas con sus capitanes, y a mí me señaló y mandó que fuese con el Pedro de Albarado, y que fuésemos a poner sitio en la ciudad de Tacuba; y mandó que las armas que llevásemos fuesen muy buenas, y papahigos y gorjales y antiparas, porque era mucha la vara y piedra como granizo, y flechas y lanzas y macanas y otras armas de espadas de a dos manos con que los mejicanos peleaban con nosotros, y para tener defensa con ir bien armados; y aun con todo esto, cada día que batallábamos había muertos y heridos, según adelante diré. Pasemos a otra capitanía.

Dio a Cristóbal de Olí, que era maestre de campo, otros treinta de a caballo y ciento y setenta y cinco soldados y veinte escopeteros y ballesteros, y todos con sus armas, según y de la manera que los dio a Pedro de Alterado; y le nombró otros tres capitanes, que fue Andrés de Tapia y Francisco Verdugo y Francisco de Lugo, y entre todos tres capitanes repartiesen los soldados y escopeteros y ballesteros; y que el Cristóbal de Olí fuese capitán general de las tres capitanías y de los de a caballo, y le dio otros ocho mil tlascaltecas, y le mandó que fuese a asentar su real en la ciudad de Cuyoacoán, que estará de Tacuba dos leguas.