VERDADERA HISTORIA DE LOS SUCESOS DE LA CONQUISTA DE LA NUEVA ESPAÑA, POR EL CAPITÁN BERNAL DÍAZ DEL CASTILLO, UNO DE SUS CONQUISTADORES.

CAPÍTULO LVIII. Cómo acordamos de ir a Méjico, y antes que partiésemos dar con todos los navíos al través, y lo que más pasó; y esto de dar con los navíos al través fue por consejo e acuerdo de todos nosotros los que eramos amigos de Cortés.

Estando en Cempoal, como dicho tengo, platicando con Cortés en las cosas de la guerra y camino para adelante, de plática en plática le aconsejamos los que éramos sus amigos que no dejase navío en el puerto ninguno, sino que luego diese al través con todos, y no quedasen ocasiones, porque entre tanto que estábamos la tierra adentro no se airasen otras personas como los pasados; y demás desto, que teníamos mucha ayuda de los maestres, pilotos y marineros, que serían al pie de cien personas, y que mejor nos ayudarían a pelear y guerrear que no estando en el puerto; y según vi y entendí, esta plática de dar con los navíos al través que allí le propusimos, el mismo Cortés lo tenía ya concertado, sino que quiso que saliese de nosotros, porque si algo le demandasen que pagase los navíos, que era por nuestro consejo, y todos fuésemos en los pagar. Y luego mandó a un Juan de Escalante, que era alguacil mayor y persona de mucho valor y gran amigo de Cortés, y enemigo de Diego Velázquez porque en la isla de Cuba no le dio buenos indios, que luego fuese a la villa, y que de todos los navíos se sacasen todas las anclas, cables, velas y lo que dentro tenían de que se pudiesen aprovechar, y que diese con todos ellos al través, que no quedasen más de los bateles; e que los pilotos e maestres viejos y marineros que no eran buenos para ir a la guerra, que se quedasen en la villa, y con dos chinchorros que tuviesen cargo de pescar, que en aquel puerto siempre había pescado, aunque no mucho; y el Juan de Escalante lo hizo según y de la manera que le fue mandado, y luego se vino a Cempoal con una capitanía de hombres de la mar, que fueron los que sacaron de los navíos, y salieron algunos dellos muy buenos soldados.

Pues hecho esto, mandó Cortés llamar a todos los caciques.de la serranía de los pueblos nuestros confederados, y rebelados al gran Montezuma, y les dijo cómo habían de servir a los que quedaban en la Villa Rica, e acabar de hacer la iglesia, fortaleza y casas; y allí delante dellos tomó Cortés por la mano al Juan de Escalante, y les dijo: «Este es mi hermano»; y que lo que les mandase que lo hiciesen; e que si hubiesen menester favor e ayuda contra algunos indios mejicanos, que a él ocurriesen, que él iría en persona a les ayudar. Y todos los caciques se ofrecieron de buena voluntad de hacer lo que les mandase; e acuérdome que luego le zahumaron al Juan de Escalante con sus inciensos, aunque no quiso. Ya he dicho era persona muy bastante para cualquier cargo y amigo de Cortés, y con aquella confianza le puso en aquella villa y puerto por capitán, para si algo enviase Diego Velázquez, que hubiese resistencia. Dejallo he aquí, y diré lo que pasó. Aquí es donde dice el coronista Gómora que mandó Cortés barrenar los navíos, y también dice el mismo que Cortés no osaba publicar a los soldados que quería ir a Méjico en busca del gran Montezuma. Pues ¿de qué condición somos los españoles para no ir adelante, y estarnos en partes que no tengamos provecho e guerras? También dice el mismo Gómora que Pedro de Ircio quedó por capitán en la Veracruz; no le informaron bien. Digo que Juan de Escalante fue el que quedó por capitán y alguacil mayor de la Nueva España, que aun al Pedro de Ircio no le habían dado cargo ninguno, ni aun de cuadrillero, ni era para ello, ni es justo dar a nadie lo que no tuvo, ni quitarlo u quien lo tuvo.