VERDADERA HISTORIA DE LOS SUCESOS DE LA CONQUISTA DE LA NUEVA ESPAÑA, POR EL CAPITÁN BERNAL DÍAZ DEL CASTILLO, UNO DE SUS CONQUISTADORES.

CAPÍTULO CLXXXV. Cómo el licenciado Zuazo envío una carta dende la Habana a Cortés, y lo que en ella se contiene es lo que diré adelante.

Pues como hubo tomado puerto el navío que dicho tengo, un hidalgo que venía por capitán dél, cuando saltó en tierra luego fue a besar las manos a Cortés y le dio una carta del licenciado Zuazo; y después que Cortés la hubo leído, tomó tanta tristeza, que luego comenzó al parecer a sollozar en su aposento, y no salió de donde estaba hasta otro día por la mañana, que era sábado, e se confesó con fray Juan aquella noche, y le mandó que dijese misa de nuestra Señora muy de mañana, e comulgó; e después de dicha misa, nos rogó que le escuchásemos, y sabríamos nuevas de la Nueva España, cómo echaron fama que todos éramos muertos, y cómo nos habían tomado nuestras haciendas y las habían vendido en el almoneda, y quitado nuestros indios y repartido en otros españoles, sin tener méritos, y comenzó a leer la carta, y decía ansí.

E lo primero que leyó fue las nuevas que vinieron de Castilla de su padre Martín Cortés y de Ordás, y cómo el contador Albornoz le había sido contrario en las cartas que escribió el Albornoz a su majestad y al obispo de Burgos, y lo que su majestad sobre ellas había mandado proveer, de enviar al almirante de Santo Domingo con seiscientos hombres, según ya lo tengo dicho en el capítulo que dél lo habla; y cómo el duque de Béjar quedó por su fiador, y puso su estado y cabeza por el Cortés y por nosotros, que éramos muy leales servidores de su majestad, y otras cosas que ya las he referido en el capítulo que dello habla; y cómo al capitán Narváez le dieron una conquista del río de Palmas, y que a un Nuño de Guzmán le dieron la gobernación de Pánuco, y que el obispo de Burgos era fallecido; y en las cosas de la Nueva España dijo que, como Cortés hubo dado en Guacacualco los poderes y provisiones al factor Gonzalo de Salazar y a Pedro Almíndez Chirinos para ser gobernadores de Méjico si viesen que el tesorero Alonso de Estrada y el contador Albornoz no gobernaban bien, ansí como llegaron a Méjico el factor y veedor con sus poderes, se hicieron muy amigos del mismo licenciado Zuazo, que era alcalde mayor, y de Rodrigo de Paz, que era alguacil mayor del capitán, y de Andrés de Tapia y Jorge de Albarado, y de todos los demás conquistadores de Méjico; y cuando se vio el factor con tantos amigos de su banda dijo que el mismo factor y veedor habían de gobernar, y no el tesorero ni el contador, y sobre ello hubo muchos ruidos y muertes de hombres, los unos por favorecer al factor y al veedor, y otros por ser amigos del tesorero y el contador; de manera que quedaron con el cargo de gobernadores el factor y veedor, y echaron presos a los contrarios, tesorero y contador, y a otros muchos que fueron en su favor, y cada día había cuchilladas y revueltas.